Cierre 18° Bafici: Miles Ahead


Luego de dos semanas de duro trabajo por parte del equipo del BAFICI se dio la importantísima ceremonia de cierre. Había sido anunciada hacía rato qué película estarían presentando: por única vez en el festival podría verse Miles Ahead, de Don Cheadle. Las películas biográficas tienden a ser lentas, aburridas o pesadas para el que no tiene un mínimo interés en el personaje del que se habla, pero Cheadle eligió una etapa de la vida de Miles Davis sumamente cinematográfica. Entre 1945 y 1970 la vida de Davis dio un vuelco y se volvió sumamente distinta a la imagen pulcra y cuidada que se observaba en sus primeros años. La etapa más gángster del trompetista es la que Don Cheadle eligió mostrar en esta película.


Hacía bastante que Miles Davis, a pesar de estar recibiendo pagos por parte de la productora, no entregaba nuevo material. Cuando empiezan a insistir y presionarlo, conoce a Dave Brill, un periodista que trabaja para Rolling Stone y está interesado en escribir sobre su vuelta a los estudios, algo que Davis no tiene ni planeado aún. Durante una fiesta en su casa, los representantes de otro joven trompetista le roban una cinta y desencadenan una persecución de lo más violenta y explosiva.


Miles Ahead no es precisamente una biografía o una biopic. El director Don Cheadle decidió tomar solamente un segmento de la vida del famoso trompetista para llevar a la pantalla grande. Es por esto que se sale de lo ‘aburrida’ que puede ser una biografía y mediante las herramientas que brinda la violencia, atraer a cualquiera al mundo del jazz. Aunque sea por un rato. Es la primera vez que Cheadle se desempeña como director. Es muy conocido por su papel en Ocean’s Eleven (2001) y en la serie de películas de Iron-Man (2008). No sólo protagoniza y dirige Miles Ahead, sino que también tuvo parte en la producción y creación del guión. En el reparto lo acompañan Ewan McGregor, que participó en Trainspotting (1996) y Big Fish (2003), pero que ya está consagrado por participar en todo género posible. Ambos hacen un trabajo impecable y es muy agradable ver que verdaderamente tienen química, más allá de la relación que sus personajes muestran en pantalla. 



La familia de Miles Davis aprobó el guión y producción y allí nació el Davis de Cheadle. No busca ser un detalle año por año de la vida del trompetista, sino que se nota que es una demostración de aprecio muy personal. La fotografía y montaje son sumamente creativos y es también por esto que se sale del esquema de la clásica biopic. Lo caótico de la trama se vierte sin reserva en todos los otros aspectos de la película; es por esto una experiencia única y valiosa. Tal vez a un fan del jazz más bien conservador no le convenza este ángulo de Davis anárquico y confuso, pero tal vez sea eso mismo lo que logra que algún joven desprevenido desarrolle afecto por la música de Davis y el jazz en general.


Laura Petroff (Colaboración especial)

No hay comentarios:

Publicar un comentario