Presentada en el 18° Bafici en tres fechas distintas bajo la sección Focos y Homenajes, "7 Chinese Brothers" muestra con extrema frescura y despreocupación los problemas serios de su personaje principal. Jason Schwartzman es Larry, un muchacho que pierde su empleo por conductas de holgazán y ladrón. Sin que le importe demasiado, sigue en plan de indiferencia, pasándose las tardes durmiendo la siesta con su perro. Su pereza y consumo constante de sustancias son un perfecto retrato del potencial alienante que tienen los trabajos de empleado dependiente, las relaciones humanas y, tal vez, las ciudades pequeñas.
Es común que la industria invada al espectador con historias de héroes y batallas y millonarios y políticos y grandes figuras. No es común, por el contrario, que se lo haga testigo de las actividades que lleva a cabo una persona como cualquier otra frente a circunstancias extraordinarias dentro de lo ordinario (la pérdida de un trabajo). Tal vez sea por esto que al terminar la película las impresiones se confunden entre una corriente interior de calidez, una sonrisa y el sentimiento de haber perdido el tiempo. Las historias de gente irrelevante siempre causan esta mezcla. Sin embargo, "7 Chinese Brothers" es un empujoncito en la espalda y una voz amable para cualquiera que esté tan trabado en la vida como Larry.
La carrera de su director, Bob Byington, es bastante atípica. Su película Somebody Up There Likes Me (2012) también fue presentada en 18° Bafici. Se lo define a su cine como ‘mumblecore’, una etiqueta que abarca películas independientes con bajo presupuesto, diálogos muy naturales, generalmente improvisados y temáticas muy relacionadas a la vida de gente de entre 20 y 30 años. A él no le gusta esta etiqueta, sin embargo "7 Chinese Brothers" la obedece con bastante precisión. La tranquilidad con la que se exponen algunos temas complejos como el abuso de pastillas y alcohol sugieren que Byington no está buscando juzgar a nadie, sino mostrar que incluso de ese agujero se puede salir. El país invitado al BAFICI este año fue Estados Unidos, y esta película del 2015 es una perfecta ilustración de la vida cotidiana allí. Acostumbrados a historias épicas, el público olvida que los millenials de allá son como los millenials de acá y que ningún ‘primer mundo’ va a cambiar lo mucho que el mundo actual puede alienarlos.
El elenco no es gigantesco, y tiene muy pocos actores conocidos. El protagonista es interpretado por Jason Schwartzman, actor fetiche de Wes Anderson y también conocido por su participación en Scott Pilgrim vs. The World (2010) y Marie Antoinette (2006). Lo acompaña Olympia Dukakis, una actriz activa desde la década del ‘50 que ganó un Oscar a Mejor Actriz de Reparto en 1988 por su papel en la película Moonstruck (1987).
Muchos han cuestionado la clasificación de "7 Chinese Brothers" como una comedia. Es cierto que no es el tipo de comedia a la que el público está acostumbrado: nada de chistes forzados, nada de gente resbalándose con una banana. La idea de esta película viene de reirse de la propia tristeza, ver lo positivo en una vida más o menos simple y apoyarse en las cosas buenas para salir de lo que sea que esté causando tanto pesar o ansiedad. En Argentina el humor también es más o menos así y será por eso que las entradas en el BAFICI se agotaron tan rápidamente.
“Los muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa "atención, muchachos, que no me he olvidado de nada".”
(Instrucciones para abrir un paquete de Jabón Sunlight, Alejandro Dolina)
Laura Petroff (Colaboración especial)
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